Hoy partimos de la estación de RENFE de Donostia con destino a Villabona. Tenemos un nuevo fichaje: Imanol, que parece que le gustaría apuntarse al grupo, como nuevo monitor.
Teniamos previsto hacer la ruta del camino de Zarate pero, como es habitual, en el ultimo momento decidimos cambiarla e intentar llegar a Zelatun. Así que caminamos por el bidegorri que nos lleva a Asteasu.
En Asteasu optamos por seguir las marcas de un corto recorrido que nos lleva a un caserío, donde vemos una señal indicando Zelatun. Preguntamos allí, y nos recomiendan subir por el sendero de la derecha, que pasaremos dos puentes, y después del segundo, a la derecha. Así lo hacemos.
Cruzamos el primer puente, donde vemos los restos de una antigua ferrería.
Y continuamos ascendiendo poco a poco hasta el segundo puente. Luego, dura ascensión, que parece no terminar nunca.
El personal está bastante cansado y consultamos el cuenta kilómetros. Viendo que llevábamos 9 km, y calculando la vuelta, decidimos parar cerca de Goiballara a comer y regresar a Asteasu.
De regreso, paramos en un caserío, donde pedimos un poco de agua. Y muy amablemente, nos sacaron unas doce botellas de las grandes, ya que nos dijeron que la de la fuente no estaba tratada. ¡¡Gracias, gracias!!
Para regresar, tomamos otro camino señalizado, bastante más corto que el de subida. Llegamos a Asteasu, con mucha sed, y casi todos optamos por tomarnos un refresco en vez de café. De allí, bidegorri y a Villabona.
En resumen, una vuelta un poco loca (como nosotros), pero ideal para disfrutar de nuestra naturaleza.
- ¡Aúpa, Imanol! -
Teniamos previsto hacer la ruta del camino de Zarate pero, como es habitual, en el ultimo momento decidimos cambiarla e intentar llegar a Zelatun. Así que caminamos por el bidegorri que nos lleva a Asteasu.
En Asteasu optamos por seguir las marcas de un corto recorrido que nos lleva a un caserío, donde vemos una señal indicando Zelatun. Preguntamos allí, y nos recomiendan subir por el sendero de la derecha, que pasaremos dos puentes, y después del segundo, a la derecha. Así lo hacemos.
Cruzamos el primer puente, donde vemos los restos de una antigua ferrería.
Y continuamos ascendiendo poco a poco hasta el segundo puente. Luego, dura ascensión, que parece no terminar nunca.
El personal está bastante cansado y consultamos el cuenta kilómetros. Viendo que llevábamos 9 km, y calculando la vuelta, decidimos parar cerca de Goiballara a comer y regresar a Asteasu.
De regreso, paramos en un caserío, donde pedimos un poco de agua. Y muy amablemente, nos sacaron unas doce botellas de las grandes, ya que nos dijeron que la de la fuente no estaba tratada. ¡¡Gracias, gracias!!
Para regresar, tomamos otro camino señalizado, bastante más corto que el de subida. Llegamos a Asteasu, con mucha sed, y casi todos optamos por tomarnos un refresco en vez de café. De allí, bidegorri y a Villabona.
En resumen, una vuelta un poco loca (como nosotros), pero ideal para disfrutar de nuestra naturaleza.
¡Por nuestros bosques!
¡Bonito paseo! Preparando el Ernio ¿no?
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